Record Bar, Kansas City, EEUU
24 de enero de 2025

The Band That Fell To Earth es una banda tributo a David Bowie basada en Kansas City. Desde hace casi diez años, es el evento imperdible del mes de enero para los melómanos de la ciudad. Michelle Bacon, la mente maestra y organizadora al frente de este fabuloso proyecto con enfoque comunitario, contestó algunas preguntas para Parasol.mx.

¿Cómo fue que se gestó este proyecto? ¿Empezó previo al fallecimiento de David Bowie?
En noviembre de 2015 Stephanie [Williams] y yo [Michelle Bacon] estábamos hablando sobre hacer un proyecto juntas y pensamos que podríamos hacer un tributo a David Bowie simplemente porque nos gusta. Él aún estaba vivo y se nos ocurrió que sería una buena idea para su cumpleaños en enero, además iba a lanzar su nuevo álbum, Blackstar, ese mismo mes. Juntamos a la banda, no exactamente las mismas personas, pero la mayoría son los que aún están; y el 10 de enero David Bowie fallece. Fue una sorpresa porque nadie sabía que tenía cáncer. La noche siguiente teníamos programado un ensayo y se convirtió en un momento catártico. Creímos que se agotarían los boletos para el concierto y así fue. Decidimos moverlo a un escenario más grande, pero treinta y seis horas antes del evento me llamaron del lugar y nos dijeron que no se podía llevar a cabo ahí. Nos movimos rápido y afortunadamente Steve Tulipana, quien también está en la banda, es copropietario de Record Bar y nos ayudó a conectar con Uptown Theater, que por fortuna no tenía nada para esa noche. Al final asistieron alrededor de mil personas, para muchas de ellas fue una manera de llevar el duelo y de celebrar la vida y obra de David Bowie. Se suponía que sería la única ocasión, pero la gente nos pidió hacerlo de nuevo y lo han seguido pidiendo desde entonces.

¿Cómo se convirtió en un evento recurrente? ¿Al terminar de ese primer concierto sabías que ibas a estar haciéndolo anualmente?
No necesariamente. Después del primer concierto la gente estaba muy emocionada y pensamos que lo haríamos otra vez. Y porque tenemos a Steve [Tulipana] en la banda, simplemente podríamos hacerlo en Record Bar y así fue. Primero solo era una noche, luego viernes y sábado, y hace un par de años añadimos la noche del jueves en donde tocamos un álbum completo. Ha continuado expandiéndose y no lo vi venir necesariamente, pero cuanto más llevamos haciéndolo, se siente más como una banda, una familia. Es muy emocionante poder pasar tiempo con todas estas personas. Son todos excelentes músicos y nos alimentamos unos a otros de la energía en el escenario y de los asistentes al espectáculo. Es muy especial, es diferente a cualquier otra cosa que haya hecho porque es un esfuerzo comunitario. Parece ser algo muy importante para muchos, no solamente porque la música habla por sí misma, sino también por las personalidades de cada uno de los integrantes de la banda y por la idea de poner por delante a la comunidad.

¿Cuál es tu conexión personal con la música de David Bowie que te llevó a organizar un proyecto como este?
Hay muchas personas que aman a David Bowie y no podría decir que mi conexión es más especial que la de cualquier otra persona. Escuché Ziggy Stardust and the Spiders from Mars por primera vez cuando tenía dieciocho años, tal vez, en la universidad. Comencé a tocar la batería un par de años después y, aunque no sé si estaba necesariamente consciente de ello en aquel entonces, creo que eso informó mucho de lo que hacía. Cuando hicimos el primer concierto, había gran parte de su música que yo no tenía presente; porque tiene como veintiséis álbumes, una cantidad disparatada. Ha sido genial estar en esta banda porque he podido conocer mucho más de su trabajo. El hecho de ver como él vinculó todo me ha ayudado en mi proceso creativo también.

Han hecho nueve conciertos desde entonces, hubo un año que no se llevó a cabo por la pandemia de covid-19. ¿Estuvo alguna vez planeado un concierto para 2021?
No realmente. Tomamos la decisión mucho antes, a mediados del año anterior, porque era bastante evidente que nada iba a suceder y, por supuesto, queríamos que todos se mantuvieran saludables. En 2022 todavía fuimos muy cuidadosos y la noche anterior les dimos una prueba de covid a todos. Una de las integrantes terminó dando positivo y no pudo tocar ese fin de semana.
Durante esa pausa, ¿llegaste a pensar que el proyecto no continuaría?
Sí lo llegué a pensar, pero de hecho sí hicimos algo en 2021. Lemonade Park, que siguió haciendo algunos eventos porque todo era al aire libre; hizo una proyección de The Man Who Fell to Earth, qué es esta película absurda en dónde David Bowie es un alienígena. Ahí, una parte de la banda tocó unas cuantas canciones, y eso fue en septiembre de 2021, solo para continuar con el proyecto y ver si la gente aún estaba interesada. Y sí lo estaba, se agotaron los boletos, fue un evento con capacidad limitada por cuestiones de la pandemia, pero aun así se vendió todo. Durante todo ese tiempo, obviamente yo quería retomarlo; tuvimos que esperar a ver que pasaba, pero cuando las cosas mejoraron lo comenzamos a planear nuevamente.

Desde la perspectiva de fuera del escenario, ¿es más complejo producir el evento ahora que se ha expandido y se hacen tres funciones?
En algunos aspectos lo es, pero creo que también es más fácil porque ahora tenemos una plantilla con las experiencias pasadas. El primer par de años, siento que fueron muy difíciles para mí porque me adjudiqué a mí misma la organización del concierto, liderar la banda, la promoción, preparar las listas de canciones, gestionar los ensayos, gestionar a todos los invitados, todas esas cosas. Pero conforme han pasado los años hemos mejorado en eso. En términos de promoción, no necesariamente tenemos que hacerlo tanto porque la gente ya espera el evento, lo cual es genial. Tengo comerciantes y diferentes personas en la comunidad que me piden ser parte de ello. La banda ha llegado al punto en el que ahora hemos estado tocando estas canciones por nueve años; no todas, pero algunas han estado en rotación todo este tiempo. Eso ha facilitado las cosas porque tenemos tal vez setenta canciones que nos sabemos, o que hemos tocado, tal vez más ahora; y probablemente alrededor de treinta o cuarenta de ellas siempre están en la lista. Realmente hemos crecido como banda porque sabemos cuáles son las fortalezas de cada uno de nosotros. Cuando se está en una banda por tanto tiempo, sabes como comunicar, sabes para qué son buenas ciertas personas y para qué no lo son tanto. Nos cubrimos unos a los otros en esos aspectos. Eso, creo que ha hecho las cosas mucho más fáciles.

¿Te contactan otros músicos para pedir participar como invitados en el evento?
Sí, y lo que no me gusta tanto es que llegan personas que quieren participar tocando algún instrumento y la cosa es que ésta banda, ya es una banda; me gustan estos músicos. Podemos cambiar a alguien para alguna canción si pareciera que es lo adecuado, pero principalmente intento solo invitar vocalistas porque nuestra banda funciona realmente bien y todos saben las partes que tienen que saberse. Quiero que sea ese tipo de experiencia y no una en la cual invitas a tus amigos a tocar en algunas canciones. A veces es duro porque quisiera incluir a más personas, pero no siempre es posible.

¿Quiénes conforman la banda base?
La banda base somos yo [Michelle Bacon], toco el bajo; Stephanie Williams en la batería; Katy Guillén en guitarra; Alex Alexander en guitarra; Steve Tulipana y Nathan Corsi, ambos vocalistas principales; y Kyle Douglas en teclados y sintetizador. Esa es la banda base. Luego están las coristas, donde tenemos a Havila Bruders y este año a Seyko Groves. Normalente tenemos a Julia Hail también. Además, esta Rich Wheeler en el saxofón, y la sección de cuerdas que son Christine Broxterman y Laurel Morgan Parks; y nuestro percusionista es Matt Ronan.
¿Ha sido la misma alineación desde el principio?
La banda base ha sido la misma excepto que Katy no estuvo en el primer show. Participo como invitada en el segundo concierto y finalmente la convencí de unirse a la banda para el tercer año. Ella fue mi primera elección desde el inicio, pero ella no creía que sería capaz de hacerlo; yo creía que sí podría. Entonces vino Alex y terminó siendo la elección correcta para esa primera vez, porque hay tantos diferentes guitarristas que tocaron con David Bowie; hay tantos tipos diferentes de sonidos y [Alex] tiene este sonido angular extraño en su estilo de tocar que queda muy bien con muchas de esas canciones. Luego, cuando Katy llegó, trajo este otro estilo como de blues. Ese año tocamos el álbum Let’s Dance, que tiene a Stevie Ray Vaughan, y ella es perfecta para esas canciones.

Además de que ahora son tres funciones y en una de ellas tocan un álbum completo, ¿en qué otros aspectos ha evolucionado el espectáculo a lo largo de los años? ¿Me imagino que cada año tratas de hacer algo diferente? ¿Cómo mantienes el interés en el evento?
2023 fue el primer año en el que hicimos un tributo a un álbum entero, tocamos Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. El año siguiente tocamos Hunky Dory, este año fue Let’s Dance. Menciono esto porque da una visión general de como se canalizan los diferentes sonidos, diferentes periodos de David Bowie. Ziggy fue más como una onda rock, y lo que dije acerca de Alex y Katy, y sus talentos; también se puede decir de Steve y Nate [Nathan Corsi]. Ambos son grandes cantantes, pero también canalizan diferentes etapas de la carrera de David Bowie. Entonces, es interesante construir los sets alrededor de ellos. Cada año intentamos traer por lo menos un par de nuevas canciones. Honestamente, depende de qué tanto tiempo la banda va a disponer para ensayar, porque no es cosa fácil poner a trece personas en el mismo lugar al mismo tiempo. También intentamos involucrar más a la comunidad. Cada año escojo una organización de beneficencia diferente a la que donamos parte de las ganancias. Este año recaudamos más que nunca para la beneficencia elegida, que esta vez fue MOCSA. Tenemos productores locales que fabrican artículos de edición limitada solamente para ese concierto, y los venden ahí. Me gusta facilitar que más personas tengan una plataforma para mostrar su creatividad.
He visto los diferentes carteles para los conciertos, ¿quién los produce?
Desde el 2017 ha sido Two Tone Press, que son dos hermanas que tienen esta imprenta aquí en la [calle] 31 y Gillham. Son realmente geniales, es muy bueno trabajar con ellas, tienen todo el control del diseño artístico, porque yo no sé nada de eso; así que les doy las riendas y siempre generan algo increíble. Se han convertido en artículos de colección.

¿Cómo ves al proyecto evolucionando en el futuro? ¿Qué te gustaría ver? ¿Quieres continuar haciéndolo por diez años más?
Hemos hablado en la banda acerca de estas cosas, porque todos estamos envejeciendo, todos tenemos diferentes obligaciones de las que solíamos tener. El siguiente año, 2026, va a ser nuestro décimo, así que definitivamente vamos a hacer algo ahí. No sé exactamente qué aún, quiero traer más invitados, tal vez más algunos invitados más notables. No necesitamos necesariamente ayuda para vender los boletos, pero en mi mente estaría excelente tener un nombre más grande para decir: “mira quien está participando, mira estas beneficencias a las que están donando o mira a estos otros productores locales”. Creo que uno de los objetivos del proyecto es ahora poder decir: “todos estos músicos están en bandas con música original. Este show es genial, pero vayan a ver sus bandas con música propia”. Hay un montón de bandas de covers y un montón de bandas tributo, está muy bien, pero siento que su público es diferente. Cuando tu banda original toca, muchas de esas personas no van a asistir. Siento que al menos hemos tratado de poner a esas personas en las puertas de esos otros conciertos también. Para el siguiente año, mi objetivo principal es involucrar más a la comunidad, como sea que eso se refleje. Realmente tenemos una familia muy unida y eso parece ser muy importante para todos los que son parte de ello. Me gusta pensar que en enero, de alguna manera nuestro evento les proporciona a todos un pequeño impulso para su estado mental, por lo menos así es conmigo.
Hay otra cosa que me gustaría mencionar: hay un gran equipo detrás del espectáculo además de la banda. Hemos tenido a algunas de las mismas personas durante todo este tiempo. Tenemos, por ejemplo, a Steve Gardels, quien hace todos los efectos visuales. Esa es otra de las cosas en las que dejo que hagan lo que quieran y cada año me maravilla con lo que hace; que por cierto, no lo puedo ver porque estoy tocando, pero veo el video después. Tenemos un par de ingenieros de sonido, una persona de iluminación, alguien que hace nuestro maquillaje. Tenemos a alguien que nos trae comida cada noche, al camerino, para la banda. Tengo alguien que me ayuda con cuestiones del escenario y mercancía. Es realmente genial ver cuantas personas se han involucrado en esto, porque definitivamente podría hacerlo sin ellos, porque al final del día también quiero estar tocando en el escenario. Es muy lindo ver gente que ofrece su tiempo voluntariamente para algo así, porque se ha convertido en una de las cosas más importantes que hago. Creo que es uno de mis más grandes logros como música y como organizadora.


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